Reseña de @lectodependiente

《Entró al juzgado con seguridad y saludó a Ariel con total normalidad. Fingir que era un día cualquiera le estaba resultando más sencillo de lo que había imaginado.》

El judicial es Gastón, un empleado sumergido en expedientes y fotocopias, que sueña con un ascenso, con estar a cargo de una causa importante y no ser el último eslabón en una cadena interminable y cruel, en la que aguanta el maltrato de su jefe y la indiferencia de sus compañeros. Su mayor aventura es la que mantiene a escondidas de su pareja.

Los días monótonos llegan a su fin cuando se ve involucrado en una causa que tiene como mayor sospechoso al hijo de un comisario.

A partir de este momento los hechos ocurren de manera desenfrenada, un volcán que erupciona y no hay forma de parar.

Me sentí en una película. Ahora necesito la versión cinematográfica de esta historia. Los vericuetos del poder, las relaciones que genera ese poder, la impunidad en el accionar, la conexión de la justicia con los márgenes de la sociedad. Que a veces hay malos, que a veces hay buenos y que casi siempre hay quienes se encuentran en el medio, intentando hacer lo que creen mejor.

Agustín creó personajes muy dispares que encajan a la perfección entre sí, se complementan, y logra mantener esas características a lo largo de toda la novela.

Segundo libro de esta editorial y el primero del autor, un debut que da cuenta de que Larria se las trae con estas joyitas. Felicitaciones x2!

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